El colegio felicita a su antiguo alumno Raúl Ptaszynski Lanza por haber sacado una de las notas más altas en el examen MIR. Estamos muy contentos por él y reproducimos a continuación el mensaje que nos ha enviado.
-Ya está, se acabó- y una sensación increíble de alegría y tranquilidad. Eso fue todo lo que se me pasó por la cabeza cuando terminé mi examen MIR.
Pasan los días, y empiezas a pensar. Miras hacia delante, visualizas que tipo de médico quieres ser y a donde te quieres ir. Pero también miras hacia atrás. Te das cuenta que has cerrado una etapa. Que después de dos décadas delante de libros y profesores vas a ser tu – por fin- el que ejerza la profesión que tu decidiste, gracias a todo el trabajo y esfuerzo que tú realizaste. Y eso reconforta.
Pero no es lo único que reconforta. Empiezas a repasar las distintas fases de tu formación : universidad,instituto,… y en ese rebobinar de tu -ya no- tan corta vida terminas llegando al principio, a la base, a TU colegio. Y marco el tu en mayúscula porque para mi hay una diferencia bastante importante. Aunque en la facultad y en el instituto pases muy buenos momentos hay algo que se pierde. Y para mi es ese sentimiento de pertenencia, de tantos años con tus mismos compañeros y con unos profesores que te conocen, y tu también a ellos. Para mí es el lugar donde estuve más a gusto y del que guardo mejores recuerdos. Nunca me voy a olvidar de un examen de inglés con Marcelina. Yo había sacado mala nota y ella me dijo que lo repitiese, que seguro que lo podía hacer mejor. Yo le dije que no, al final por un examen tampoco iba a cambiar el mundo. Y lo que me dijo después se me quedo grabado. -Por esta vez te lo paso, pero prometerme que no lo vas a volver hacer. Tu siempre haz todo lo mejor que puedas-
Y en el momento, la verdad, le di la misma importancia que al examen. Poca. Como la atención que prestaba en algunas charlas sobre el futuro y la universidad en ese momento. Poca. Pero va pasando el tiempo, y te vas dando cuenta de las cosas poco a poco. Acabando la carrera, haciendo el trabajo de fin de grado, levantándome cada mañana mientras preparaba el MIR esa última frase retumbaba en mi cabeza. No os imagináis la alegría y la tranquilidad que da saber que lo has dado todo. Ver como tu esfuerzo al final sirve para algo es una sensación inigualable.
Raúl Ptaszynski Lanza